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El trabajo de fin de máster es el último eslabón en la obtención del título y que todo estudiante ha de realizar. Con él demostrarás tus capacidades analíticas, de síntesis y las adquiridas durante tus estudios. Aunque a primeras parezca una ardua tarea, si sigues las directrices de tu institución y/o tutor, estructurar y organizar la investigación será más sencillo. Si quieres saber cómo empezar te dejamos a continuación algunos consejos:
Escoger la temática de tu trabajo será lo primero que debas hacer y una tarea importante. Obviamente, deberá estar relacionado con lo estudiado en tu máster. Ahora bien, dentro de este mar de posibilidades, es aconsejable que realices la investigación sobre algo que tu guste, ya que deberás dedicarle muchas horas para su ejecución.
Así que, siéntate, haz un brainstorming de ideas y escoge aquella más factible y que puedas llevar a cabo y que además, te motive y te guste.
Escogida la temática y el tutor que revisará tu trabajo de fin de máster, será el momento de plantear los objetivos. A la hora de redactarlos deberás tener en cuenta que se trate de objetivos concretos, evaluables y relevantes. Además, muchos trabajos requieren de una serie de hipótesis para refutarlas o confirmarlas posteriormente en los resultados.
El siguiente paso será documentarte e investigar lo que otros autores y estudios han dicho. Esta información que recolectes será la base de tu trabajo y la que te ayudará a conseguir los objetivos. En esta fase te aconsejamos que utilices los recursos que tu universidad o institución educativa te facilita.
La redacción es un punto clave en tu trabajo de fin de máster. Una redacción cuidada y coherente facilitará la comprensión de tu trabajo de fin máster y por tanto será más convincente. Léelo tantas veces como haga falta. Deja días de margen entre lectura y lectura para no saturarte y, siempre que puedas, haz que una persona ajena lo lea y vea si se ha entendido el propósito de la investigación.
Las conclusiones sirven para cerrar la investigación y dar consistencia argumentativa. Si el trabajo de fin de máster lo has estructurado bien, su redacción no debería ser dificultosa, ya que verás fácilmente cómo has logrado los objetivos y obtenido los resultados.
Toda la información que encuentres y que utilices para la redacción ha de estar correctamente citada. Aunque parezca de lógica, suele ser uno de los errores más comunes y si no lo haces, tus meses de trabajo pueden ser tachados de plagio. Consulta a tu tutor o universidad qué modelo de citación debes seguir y aplicar en tu trabajo. Algunos de los más comunes son APA o MLA.
No dejes que el trabajo de fin de máster se te haga cuesta arriba y sigue estos consejos y los de tu tutor para una correcta elaboración. ¡Muchos ánimos!