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Probablemente todos hayamos oído hablar de las start-ups y muchos nos habremos planteado empezar a trabajar en una de ellas. Ahora bien, si queremos postular para un puesto de trabajado en una de estas empresas, debemos olvidarnos de la tradicional entrevista de trabajo a la que asistimos de punto en blanco y acostumbrarnos a comportarnos como si ya formáramos parte del equipo. Esto no significa que debamos acudir a la entrevista en chándal, pero sí que nos comportemos con más naturalidad en este aspecto y sepamos que las preguntas van a ser muy diferentes.
Es rara la start up que no dispone de un blog corporativo y que no tiene presencia en las redes sociales. Debemos aprovechar esta circunstancia para saber cuáles son las fortalezas y las debilidades de la compañía de la que queremos pasar a formar parte. Debemos tener en cuenta que se trata de proyectos que acaban de nacer y es por este motivo que conviene formarse una opinión sobre el negocio.
Sin embargo, no olvidemos que, probablemente, ellos van a investigar también nuestras redes sociales. Merece la pena que echemos un vistazo a nuestras publicaciones y nos preocupemos de dar una buena imagen para los que queremos que sean nuestros futuros jefes.
Estamos acostumbrados a que se nos pregunte por lo que hemos estudiado y por nuestras experiencias profesionales anteriores. No es que esto no sea importante pero debemos pensar que estamos ante un nuevo modelo de negocio y se espera de nosotros que aportemos un valor añadido. ¿Qué podemos aportar a la empresa? ¿Qué nos diferencia? Esto es lo más importante y lo que debemos resaltar en una entrevista de trabajo para una start-up.
Además, deberemos resaltar las situaciones en las que hayamos tenido una responsabilidad importante. Si hemos sido capaces de resolver problemas que parecían imposibles de solucionar o si hemos hecho frente a situaciones adversas, tenemos una información que puede hacer que el responsable de la entrevista piense en nosotros como un elemento de valor para la start-up.
Es posible, además, que se nos pregunte por experiencias laborales negativas y es que es relevante para una compañía de reciente creación que podamos resolver situaciones complicadas.
Un último punto que debemos tener en cuenta es que la entrevista no debe ser una conversación unilateral en la que nos limitemos a responder preguntas de forma pasiva.
Debemos preguntar en qué consistirá exactamente nuestro trabajo, cómo será nuestra rutina, cuál es la situación de la compañía… y cualquier información que podamos necesitar. En una empresa de reciente creación, nos interesa saber si puede haber problemas de financiación y necesitamos delimitar adecuadamente nuestras responsabilidades.